La magia y la religión son palabras que en boca de los cristianos no se pueden mezclar; sin embargo, no hay dos palabras que se acoplen con más fácilmente a la hora de hablar de curanderismo. A pesar de esto, vemos como las dos instituciones tienen “una marcada tensión u hostilidad...La magia “muestra un marcado interés en profanar lo sacro en religión” para derivar poder, entre otras finalidades. Mientras la religión “por razones éticas se opone a la magia”.
Esta contrariedad entre la magia y la religión, hace que la comunidad sea ambivalente pues, por un lado, como católicos están de acuerdo con la inquisición y señalan la maldad de las personas que utilizan la magia; y, por el otro, están los que acuden a los poderes mágicos para alcanzar sus aspiraciones, ya sean de salud, amorosas o laborales.
La magia hace uso de las figuras religiosas basándose en el poder de la divinidad, de Dios, de los ángeles, los santos, las vírgenes y demás figuras que representan al mundo católico, acudiendo al uso de oraciones y salmos para procurar la salud de los pacientes.
Estas oraciones con el poder de curar han ido de generación en generación como una herencia familiar secreta. “Constituían verdaderos conjuros, respaldados por el poder sobrenatural de las deidades que se invocaban y la fuerza mágica de la imprecación. Muchas sobreviven en la medicina popular, vinculadas a la cura de maleficios, como estimulo al proceso fisiológico del parto, en emergencias de salud, dolor de muelas o neurálgico, y accidentes.”
A su vez, “los ensalmadores trajeron a América su profesión y la esparcieron en las prácticas curativas, especialmente en mediación de heridas.” En los Llanos Orientales y en las minas de Antioquia los ensalmos se han utilizado, principalmente, para curar la mordedura de serpiente.
La minería y ser una de las principales estaciones del ferrocarril de Antioquia hicieron de Cisneros un lugar fuertemente influenciado por las tres culturas (negros, españoles e indios) que allí se encontraron reunidas.
En el municipio se vive una “batalla” entre magia y religión a causa de que muchos curanderos se ubicaron en esta zona pues esta práctica se asimiló de una manera contundente y las fuertes creencias católicas traídas por los españoles.
La explotación minera influyó en el mestizaje de la sociedad, haciendo que la región sufriera una recomposición étnica profunda a causa de la disminución indígena y de la presencia de la población de origen africano que fue esclavizada. Estas mezclas generaron confusión pasando del esplendor a la decadencia típica en las zonas mineras, como consecuencia de los continuos desplazamientos de los habitantes tras los nuevos placeres mineros.
Por otra parte, el establecimiento de escuelas y facultades de medicina llegó tarde a la región antioqueña, mucho después del periodo de la República, “mientras tanto la gente sin recursos acudía a los empíricos, quienes eran sostenidos material y moralmente por el “analfabeto semi-civilizado”, quienes se contentan con el servicio de yerbatero en que pone su fe” , como lo expresa la historiadora Libia Restrepo en su trabajo de prácticas médicas en el ferrocarril de Antioquia.
La buena salud de los trabajadores era muy importante para la producción; por esta razón, en el caso del ferrocarril, existía un médico de planta. Sin embargo, en ocasiones no contaba con tiempo para atender a todos sus pacientes, en este momento aparecen los curanderos y charlatanes que ofrecía sus servicios en reemplazo del médico facultativo, trayendo sus saberes desde Puerto Berrío, asentándose en la zona del nordeste.
“Muchos obreros acudían por su cuenta a curanderos o se aplicaban remedios caseros… Todavía en 1920 se escondían durante las campañas de vacunación de la viruela, acostumbrados a los yerbateros” .
Por su parte, los curanderos desde su llegada comenzaron a ofrecer curas para las picaduras de serpientes y demás riesgos que pudiera sufrir el personal de obreros. Pero también arribaron ofreciendo tratamientos contra “males de ojo”, “maleficios” y “hechicerías” que los pocos médicos facultativos de corte occidental no podían resolver y, de esta manera, ocuparon un nicho de aplicación del saber médico que se compadecía con los modelos culturales de los sectores populares vinculados al Ferrocarril de Antioquia.
Además de los curanderos a la zona llegaron los “charlatanes que no saben más que cuatro voces facultativas, cuyo significado ignoran muchas veces y comienzan a encargarse de curaciones y el pueblo rudo e incauto que se deja sorprender por la novedad, los conceptúa médicos” , esto generó con el tiempo la perdida de la fe en muchos de los rituales de curanderos.
Esta clase de “curanderos” tienen un único diagnostico, el maleficio, que llega a las personas por envidia de algún vecino, familiar u amigo. Frecuentemente utilizan trucos mágicos como sacar culebras por los pies, llenar el piso de cenizas, hacer aparecer fuego, que no pasa de ser más que ilusiones parecidas a las que hacen los magos de circo.
Reconocer lo real y lo ficticio es muy complicada, pues no existe una verdad absoluta, la importancia y el prestigio de los curanderos, se daba en virtud de lograr la salud lo los pacientes que llevan con fe su enfermedad a manos de personas que consideran capacitadas.
Curando con la magia de Dios
Author: Jacqueline Aguirre / Etiquetas: Curanderos
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